12 enero 2009

LA GUERRA DEL BUEN JESUS CONTRA LAS MADIANITAS.

El bonito grabado que ilustra esta venerable Biblia explica la doctrina cristiana.
Moises escribio, segun la tradicion, el libro de los Numeros, inspirado por Dios, osease, por Jesus, el Logos, la Palabra; en el confesaba sus propios actos, cometidos por orden de Dios, que le hablaba, y cuyas conversaciones escribio.

Hay ahora la moda de imaginarse un Jesus que no era un Dios, sino un tipo "divino". No es eso lo que predican las iglesias, y el que no este de acuerdo, debe borrarse de ellas. Sí es catolico y no se arrepiente sinceramente (atriccion y contriccion), esta en pecado, y al hacer uso de cualquier sacramento, es un sacrilego merecedor de condenacion eterna y excomunion mientras se arrastre por esta vida. Los sacerdotes y obispos que no se cuidan de estas cosas antes de prestarse a oficiar un matrimonio, hacen grave dejamiento de sus obligaciones.

Si Jesus no es Dios que nos explica la Verdad, entonces en sus enseñanzas no hay un brillo de más generosidad ni bondad que otros tantos que predicaron, antes, durante y despues de Cristo,
maneras de vivir razonables y posibles, sin tanta presuncion ni tanto sectarismo.
Jesus es aquel que no emitio reproche alguno sobre la conducta de los profetas, ni de Moises ni de Josue. Son famosas las frases que le atribuye la Biblia sobre que ni una coma ni un acento de las Escrituras, sobre el llanto y el rechinar de dientes, sobre que él es el camino, la verdad y la vida, sobre la higuera maldita y secada por milagro por no dar fruto cuando a El le apetecio (no era la estacion), sobre la condenacion post-mortem, etc.
La opcion de atribuir a Jesus solo lo que nos gusta personalmente, y rechazar como añadidos falsos lo que nos disgusta, es como decir que Cristo no fue nada, solo un personaje que podemos fabricarnos cada uno. Para ese viaje, sería más practico inventarse directmente cada uno su propio Dios a su imagen y semejanza. Lo que parece ser que hacen muchos autodenominados cristianos, que solo creen de sus iglesias y de su Cristo lo que les parece.

En todo caso, el Cristo ha conformado buena parte de nuestra historia y sociedad es este, el del grabado de la portada, el Dios.

La Santa Biblia Escrito por Felipe Scio de San Miguel, Gaspar y Roig (Madrid): "LA SANTA BIBJ IA I EL VL LGATA LATINA Y ANOTADA CONFORME AL SENTIDO I K LOS SANTOS I ADRKS KSPOSITORES CATÓLICOS ron EL ItMO BRD FE1 1PB 8CIO DES MIGUEL con psrcf cr examen y ccnturj de li atoridid c c lesijslica NUEVO TESTAMENTO MADRID GASPAR Y ROIC EDITORES "

Para glosar lo que significa esta imagen, escuchemos el evangelio de Lucifer, según Mark Twain:

"Parece imposible, extravagante; pero escuchenlo. Estas son sus propias palabras:
"Bienaventurados los pobres de espiritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibiran consolacion.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibiran la tierra por heredad
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos seran saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzaran la misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazon, porque ellos veran a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos seran llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecucion por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo".
Los labios que pronunciaron esos inmensos sarcasmos, esas hipocresias gigantescas son exactamente los mismos que ordenaron la masacre total, tanto de hombres, niños y animales madianitas; la destruccion masiva de casas y pueblos, el destierro masivo de las virgenes a una esclavitud inmunda e indescriptible. Esta es la misma Persona que atrajo sobre los madianitas las diabolicas crueldades que fueron repetidas por los pieles rojas, detalle por detalle, en Minnesota, muchos siglos mas tarde. El episodio madianita lo lleno de alegria, lo mismo que el de Minnesota, o lo hubiera evitado.
Las bienaventuranzas y los capitulos de Numeros y Deuteronomio citados, siempre deberian ser leidos juntos desde el pulpito; entonces la congregacion tendria un retrato completo del Padre Celestial.
Sin embargo, no he conocido un solo caso de un sacerdote que lo hiciera.

( de "Cartas desde la Tierra")

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