Las amapolas de la adormidera, papaver somniferum,
que desde tiempo inmemorial han saciado el hambre
de sedación contra el dolor, de paz para el espiritú,
de hambre fisica con sus nutritivas semillas, de hamnre de sueño,
y lo mismo han evitado la desagradable muerte por diarrea
que han producido muertes serenas a lxs necesitadxs de morir,
son un elemento demasiado cargado de significados y sugerencias como para no convertirse en
un icono universal,
sagrado.
Atributo de Ceres/Demeter,
junto al cereal,
porque, como dijo Dios, no solo de pan vive el hombre,
y tambien : el Señor puso remedios en las plantas,
y tambien : creó el Señor los vegetales y vió que eran buenos.
Su extenso uso como simbolo funerario se debe a sus cualidades;
induce el sueño, esa imagen de la muerte, y, como ella,
calma y apaga el dolor
y el sufrimiento.
Socrates diciendo que le sacrificaran un pollo al dios de la medicina como pago/agradecimiento por la curación de la vida con la cicuta-terapia,
que cuentaba el Borges,
hay que ver que ahitianos que eran los dorados griegos, sacrificando pollos.
Le enseñé estas fotos a un compañero, y alucinó.
Ahora son un poquito pornograficas, pero es nuestro ahora lo que nos las hace chocantes.
En su momento eran una decoración propia, seria y coneveniente.
Ese momento ha sido durante los ultimos miles de años, hasta su prohibición sigloveinte.
Eso es lo que se me hace extraño de las fotos,
nuestra capacidad de inventar demonios imaginarios
y darles vida y poder de actuar en la realidad, como si fueran personas reales.
Cuando se labraron estas lapidas, la adormidera era una planta medicinal y de la que se extraían medicinas.
Era más, era un Icono de la Medicina.
Sí, sí que había gente que la usaba viciosamente, solo que no tenían construida la identidad yonkarra para que pudieran interpretarla.
El que quería hacer el yonko se tiraba a la dipsomanía o al juego.
Lo de "el opio del pueblo" del Karl está en la linea de lo dicho.
El tema nos lo reveló el Escohotado, celebre predicador moral universitario:
en la epoca de Marx, el opio era medicina
contra el dolor, contra las epidemias de colera, era bueno,
- tambien tranquilizante ansiolitico
para obrerxs que sufrían las condiciones de su condición en la inglaterra de la revolución industrial -,
lo que cambia la perspectiva de la frasecita.
De la whiski
es.wikipedia.org/wiki/Opio_del_pueblo :
Gerald A. Cohen, ... [ "El opio del pueblo. Dios en Hegel, Feuerbach y Marx"] señala que
existe un malentendido comprensible ya que se cree erróneamente
que lo que dijo (Marx) es algo así como
que los sacerdotes inventan la religión para acallar a las masas que sufren y, por tanto, que son potencialmente rebeldes,
esta interpretación se agrava si se entiende además que son las clases gobernantes las que nombran a los sacerdotes para llevar a cabo su misión analgésica.
Para Cohen no son los sacerdotes quienes inventan la religión
es más bien la gente la que crea la religión que acaba por ser su opio...
La gente necesita la religión porque habita en un valle de lágrimas.
Podría ser bueno para las clases dirigentes que el pueblo sea religioso pero la frase de Marx no dice eso.
Y lo que dijo Karl :
... la religión es
autoconciencia de sí
y
de la propia dignidad,
como la puede tener el hombre
que todavía no se ha ganado a sí mismo
o bien ya se ha vuelto a perder.
...
El hombre es su mundo,
estado humano y sociedad;
estado y sociedad que producen la religión,
la cual es
conciencia invertida del mundo,
porque ellos son un mundo al revés.
La religión es
la teoría universal de este mundo,
su compendio enciclopédico,
su lógica popularizada,
su pundonor espiritualista,
su entusiasmo,
su sanción moral,
su complemento solemne,
su base general de consuelo
y
justificación.
Es la realización fantástica de la esencia humana,
puesto que
la esencia humana
no existe en la realidad.
Por tanto, la lucha contra la religión es
indirectamente
una lucha contra ese mundo al que le da su aroma espiritual.
El sufrimiento religioso es
al mismo tiempo
la expresión del sufrimiento real
y una protesta contra el sufrimiento real.
La religión es
el alivio de la criatura oprimida,
el sentimiento de un mundo sin corazón
y
el espíritu de un estado de cosas desalmado.
Es el opio del pueblo.
La superación de la religión como felicidad ilusoria del pueblo, es
la reivindicación de su felicidad real.
El llamado para
que el pueblo se deje de ilusiones acerca de su condición, es
el llamado a que termine con
un estado de cosas que necesita ilusiones.
La crítica de la religión es
ya, en embrión,
la crítica del valle de lágrimas,
santificado por la religión.